Cómo Cerrar un Piercing en el Lóbulo de la Oreja: Guía Completa y Segura
Los piercings en el lóbulo de la oreja son una forma popular de expresión personal, pero a veces llega el momento de decir adiós a uno o varios de ellos. Ya sea por motivos profesionales, personales o simplemente porque ya no te apetece llevarlos, cerrar un piercing en el lóbulo es un proceso relativamente sencillo, aunque requiere paciencia y cuidados específicos para evitar infecciones y cicatrices antiestéticas. Esta guía detallada te proporcionará todos los pasos e información necesarios para cerrar tu piercing en el lóbulo de forma segura y efectiva.
Razones Comunes para Cerrar un Piercing en el Lóbulo
Antes de sumergirnos en el proceso, es importante entender por qué la gente decide quitarse sus piercings en el lóbulo. Algunas razones comunes incluyen:
- Cambio de Estilo Personal: Las tendencias cambian, y a veces nuestro estilo evoluciona. Un piercing que antes nos encantaba puede dejar de encajar con nuestra imagen actual.
- Entorno Laboral: Algunos trabajos tienen políticas estrictas sobre joyería, y puede ser necesario quitarse los piercings para cumplir con ellas.
- Incomodidad o Irritación: Algunos piercings pueden causar incomodidad, irritación o alergias, lo que lleva a la decisión de cerrarlos.
- Complicaciones: Infecciones, queloides (cicatrices abultadas) u otras complicaciones pueden requerir la eliminación del piercing.
- Simplemente ya no lo deseas: A veces, simplemente ya no sentimos la necesidad de llevar un piercing en el lóbulo, y está perfectamente bien querer cerrarlo.
Preparación Antes de Cerrar el Piercing
Una preparación adecuada es fundamental para garantizar un cierre limpio y sin complicaciones. Aquí tienes una lista de pasos que debes seguir:
- Evalúa el Estado de tu Piercing:
Antes de tomar cualquier decisión, inspecciona cuidadosamente tu piercing. Asegúrate de que no esté infectado. Los signos de infección incluyen enrojecimiento, hinchazón excesiva, dolor, secreción purulenta (amarillenta o verdosa) y calor al tacto. Si sospechas una infección, consulta a un médico o a un perforador profesional antes de intentar cerrar el piercing.
- Reúne los Materiales Necesarios:
Para un cierre seguro y efectivo, necesitarás:
- Agua Tibia: Para limpiar la zona.
- Jabón Neutro Antibacteriano: Para desinfectar la zona. Evita jabones perfumados o agresivos.
- Solución Salina Estéril: La solución salina es ideal para limpiar el piercing durante el proceso de curación. Puedes comprarla en una farmacia o prepararla en casa (1/4 cucharadita de sal marina sin yodo por cada taza de agua hervida y enfriada).
- Gasas o Algodón Estériles: Para limpiar la zona y secarla.
- Tiritas o Apósito: Para cubrir la zona una vez cerrada, protegiéndola de posibles irritaciones y roces.
- Pomada Antibiótica (Opcional): Si la zona presenta algún signo de irritación, una pomada antibiótica de venta libre puede ayudar a prevenir infecciones. Consulta a tu médico o farmacéutico antes de usar cualquier pomada antibiótica.
- Lávate las Manos a Fondo:
Es crucial lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos antes de manipular el piercing. Esto minimizará el riesgo de introducir bacterias y causar una infección.
Pasos Detallados para Cerrar el Piercing
Una vez que estés preparado, sigue estos pasos cuidadosamente para cerrar tu piercing en el lóbulo de forma segura:
- Retira la Joyería del Piercing:
Con las manos limpias, retira suavemente la joya de tu piercing. Si tienes dificultad para hacerlo, pide ayuda a alguien o consulta a un perforador profesional. No fuerces la joya, ya que esto podría irritar o dañar la piel.
- Limpia la Zona con Agua Tibia y Jabón Antibacteriano:
Humedece una gasa o algodón estéril con agua tibia y jabón antibacteriano. Limpia suavemente la zona del piercing, eliminando cualquier suciedad o residuo. Evita frotar con fuerza, ya que esto podría irritar la piel. Aclara con agua tibia y seca la zona con una gasa o algodón limpio.
- Aplica Solución Salina:
Humedece una gasa o algodón estéril con solución salina. Limpia suavemente el área del piercing con movimientos circulares. La solución salina ayudará a limpiar y desinfectar la zona, promoviendo una curación adecuada. Permite que la solución salina se seque al aire o sécalo suavemente con una gasa o algodón limpio.
- Aplica Pomada Antibiótica (Opcional):
Si la zona presenta algún signo de irritación (enrojecimiento leve, sensibilidad), aplica una pequeña cantidad de pomada antibiótica de venta libre sobre la zona del piercing con la ayuda de un algodón o gasa estéril. No es necesario aplicar una gran cantidad, una fina capa es suficiente. Consulta con un médico o farmacéutico antes de utilizar cualquier pomada antibiótica.
- Cubre la Zona con una Tirita o Apósito:
Cubre la zona del piercing con una tirita o apósito estéril. Esto ayudará a proteger la zona de roces, suciedad y posibles infecciones. Cambia la tirita o el apósito diariamente, o con mayor frecuencia si se ensucia o humedece.
Cuidados Posteriores al Cierre del Piercing
El cierre de un piercing en el lóbulo no termina una vez que te has quitado la joya y has cubierto la zona. Los cuidados posteriores son esenciales para una curación adecuada y para minimizar la posibilidad de complicaciones:
- Mantén la Zona Limpia y Seca:
Lava la zona suavemente con agua tibia y jabón antibacteriano al menos una vez al día, y sécala con una gasa o algodón limpio. Evita utilizar productos que puedan irritar la piel, como perfumes o alcohol.
- Aplica Solución Salina Diariamente:
Continúa limpiando la zona con solución salina al menos una o dos veces al día, hasta que la zona esté completamente curada. Esto ayudará a mantener la zona limpia y libre de infecciones.
- Evita Manipular la Zona:
Resiste la tentación de tocar la zona con las manos, ya que esto puede introducir bacterias y aumentar el riesgo de infección. Si necesitas tocar la zona, asegúrate de lavarte las manos cuidadosamente antes.
- No Aprietes o Rasques la Zona:
Si la zona te pica o te molesta, no la aprietes ni la rasques, ya que esto puede irritar la piel y retrasar la curación. Intenta distraerte con otra cosa o aplica una compresa fría para aliviar la molestia.
- Vigila la Zona de Cerca:
Controla regularmente la zona del piercing en busca de signos de infección, como enrojecimiento excesivo, hinchazón, dolor, secreción purulenta o calor. Si notas alguno de estos síntomas, consulta a un médico de inmediato.
- Cambia la Tirita o Apósito Diariamente:
Cambia la tirita o el apósito diariamente, o con mayor frecuencia si se ensucia o humedece. Esto ayudará a proteger la zona de la suciedad y los roces, y a prevenir infecciones.
- Se Paciente:
La cicatrización de un piercing en el lóbulo puede tardar varias semanas o incluso meses, dependiendo de cada persona. Ten paciencia y sigue los cuidados indicados para asegurar una curación adecuada. No te frustres si el proceso lleva tiempo.
¿Qué Esperar Durante el Proceso de Curación?
Durante el proceso de curación, es normal experimentar algunas molestias leves, como:
- Ligero Enrojecimiento: Es común que la zona del piercing se enrojezca ligeramente durante los primeros días.
- Sensibilidad: Puedes sentir cierta sensibilidad al tacto en la zona del piercing.
- Leve Hinchazón: Es posible que la zona del piercing se hinche ligeramente durante los primeros días.
- Picores Leves: Puede que la zona pique ligeramente a medida que la piel se cura.
- Formación de Costra: Es normal que se forme una pequeña costra en la zona del piercing. No la arranques, deja que se caiga de forma natural.
Sin embargo, si experimentas síntomas más graves, como los mencionados anteriormente (enrojecimiento excesivo, hinchazón, dolor intenso, secreción purulenta o calor), es importante que consultes a un médico de inmediato, ya que podría tratarse de una infección.
¿Qué Sucede con el Agujero?
Una vez que la zona del piercing haya sanado, el agujero se irá cerrando gradualmente. En muchos casos, el agujero se cerrará por completo, aunque es posible que quede una pequeña marca o cicatriz. La velocidad a la que se cierra el agujero dependerá de varios factores, como:
- El Tiempo que Has Llevado el Piercing: Cuanto más tiempo hayas llevado el piercing, más tiempo tardará el agujero en cerrarse por completo.
- La Genética: Algunas personas tienen una mayor capacidad de cicatrización que otras.
- El Tamaño del Agujero: Los agujeros más grandes tardarán más tiempo en cerrarse que los más pequeños.
En algunos casos, el agujero puede no cerrarse por completo, dejando un pequeño orificio visible. Si no te importa la apariencia, puedes dejarlo tal cual. Si prefieres que no quede ninguna marca, puedes consultar a un dermatólogo o cirujano plástico sobre posibles opciones para cerrar el agujero, como la excisión quirúrgica.
Cuándo Buscar Ayuda Profesional
Aunque cerrar un piercing en el lóbulo es un proceso sencillo, es importante saber cuándo buscar ayuda profesional. Debes consultar a un médico o a un perforador profesional si:
- Sospechas una infección (enrojecimiento excesivo, hinchazón, dolor, secreción purulenta o calor).
- Desarrollas una cicatrización anormal, como un queloide.
- Tienes dificultad para quitarte la joya del piercing.
- Experimentas cualquier otro síntoma inusual o preocupante.
Consejos Adicionales
- Evita el Contacto con Sustancias Irritantes: Durante el proceso de curación, evita el contacto de la zona del piercing con productos de belleza, maquillaje, perfumes, cremas y cualquier otra sustancia que pueda irritar la piel.
- Mantén una Buena Higiene Personal: Asegúrate de mantener una buena higiene personal general, lavándote las manos regularmente y duchándote diariamente. Esto ayudará a prevenir infecciones.
- Come Saludablemente: Una dieta equilibrada y rica en nutrientes ayudará a tu cuerpo a curarse de forma óptima.
- Evita el Estrés: El estrés puede retrasar el proceso de curación. Intenta relajarte y reducir el estrés durante este período.
Conclusión
Cerrar un piercing en el lóbulo de la oreja es un proceso que requiere paciencia, cuidado y atención a los detalles. Siguiendo los pasos e instrucciones de esta guía, podrás cerrar tu piercing de forma segura y efectiva, minimizando el riesgo de complicaciones y asegurando una curación adecuada. Recuerda que cada persona es diferente y que el tiempo de curación puede variar. Si tienes alguna duda o experimentas algún problema, no dudes en consultar a un profesional.